Complicaciones...quizá.

¿Sabía lo que hacía? No. ¿Quería pensarselo de nuevo? No. La realidad era que si pasaba algo luego se lo restregaría a Skeiler en la cara, para que viese que ella no era propiedad de nadie. Y ya que era posible que se diera alguna situación mejor aprovecharlo y disfrutarlo cuanto pudiera. Andaba con las manos en los bolsillos, haciendole la plática a Noah lo más que podía. Pensaba en lo que él le había dicho en el restaurante. A decir verdad, podía parecerle guapo, como muchos chicos que conocía...pero... lo patán le ganaba a su apariencia y su apariencia aunada a su palabrería rebuscada le dejaba en claro que quizá era demasiado tonto para su bien...nada que implicara que al menos para el rato le servía, tanto como ella a él.
Llegaron a la que suponía que era la casa de Noah, porque avanzaron hacia ella y Miravelle le dió por preguntarle...
-¿Y te gustan más las chicas comunes o las porristas?

-Supongo que si. Humm, la soda estará bien para mí. Gracias. - replicó dejando la bolsa con la comida en una mesa y soltándose el cabello, con un gesto de alivio, la realidad era que no se consideraba muy fan de amarrarse el cabello todo el tiempo, le dolía la cabeza y le resultaba incómodo. -¿Y de donde sacas la palabrería? Me supongo que ese fue el plan maestro para convencerme de venir contigo ¿Verdad? - Se apoyó contra la pared, cruzando una pierna delante de la otra.

"Diablos" pensó para si misma, pero no lo demostró, simplemente le sonrió y negó con la cabeza. -Nada de eso. ¿No creeras que es tan fácil deshacerse de mí si ya hemos venido hasta acá, verdad? - bromeó para luego soltar una risa cantarina, muy normal en ella. -Simplemente te analizo Puckerman, no quiero nada como chantajes en el futuro. Si me prometes que no hay nada de eso involucrado en lo que pase entonces puedo empezar a ponerme algo más cariñosa., si tú quieres. - Aseveró en voz baja, apurando el contenido de su soda más o menos hasta la mitad, de un solo trago.

-¿Esa es una amenaza? - dijo en cuanto Noah mencionó lo de las regionales, no le importaba tampoco, así que le sonrió de vuelta, alzando la quijada y sonriendole con coquetería. Si, estaba mandando todo al carajo, pero por unos momentos ¿Qué más daba? Se empinó la lata de soda para terminarse el contenido y la dejó a un lado luego de apretarla entre sus dedos y secarse la humedad de la misma en los pantalones. Estiró su mano hasta que sus dedos se curvaron en torno a la muñeca de Noah e hizo lo propio acercándose a él sin dejar de mirarle a los ojos. -Creo yo que no te interesa mucho hablar de la competencia conmigo ¿O sí?

-Más bien lo llamaría... Un futúro suceso...- Dije mientras notaba cuando se daba vuelta, Sin duda era una chica muy hermosa & No lo pensé dos veces, Supuse que debía ser el momentto en el cual debía hacerla disfrutar & Descansar un rato. Terminé mi cerveza para lanzar la lata hacia el basurero, & Sentí sus dedos en mí muñeca mientras se iba acercando a mí, Rápidamente la atraje a mi cuerpo & Al mismo tiempo rozé nuestros labios. -Creo que ni siquiera tengo ganas de conversar... Además, No perderías nada- Dije mientras acariciaba su cintura.

Apuró la distancia que los separaban y parandose ligeramente de puntas besó a Noah despacio, como quien se toma su tiempo para disfrutar de las cosas, apoyando sus manos sobre su pecho y luego tomando sus brazos y rodeandose más con ellos. -¿Y...por qué no perdería nada? - Preguntó sonriendo para luego volver a besarlo, varias veces, pequeños besos en sus labios que luego cambiaron de dirección y se fueron fundiendo en su mejilla, quijada y base del cuello.

Sonreí cuando me besó, Inmediatamente mientras ambos nos besabamos pase mis manos por su cuello muy lentamente acariciandolo de forma muy lenta & Leve -Primero que todo... Se que nos deseamos el uno al otro Velle, Además... No podría dar ese ''Porqué'', Sólo te puedo decir que ganarás mucho placer & Mucha diversión en este rato que estemos juntos...- Luego de decir esto le sonreí & Fuí sintiendo sus cortos besos, Siguiendo cada uno de ellos dejandome con más ganas, Hasta que fué cambiandolos de dirección hasta mi cuello, Al mismo tiempo comenzé a acariciar su cintura metiendo mi mano por su blusa para acariciar mejor su cuerpo.

Sonrió mientras trazaba de vuelta con besos el camino desde su cuello hasta sus labios. Realmente, Miravelle era partidaria de aquella frase que más o menos decía: "Con los ojos cerrados puedes ver a quien desees" Y bueno, iba a aplicarlo, y sospechaba que más de una vez. En ese momento comenzó a contentarse con dar ligeras mordidas sobre la piel de Noah y se estremeció al sentir sus manos sobre su piel desnuda, abrazandose con algo más de fuerza a él y profundizando sus besos. Sus manos seguían apoyadas sobre su pecho y en su respiración se notaba que no podía estarse arrepintiendo de estar ahí entre los brazos de Noah. -Eso espero... más vale que ya no sea palabrería. - dijo riendo y volviendo a reclamar sus labios.

Le pasó los brazos en torno al cuello para acercarlo más hacia ella y continuar con los besos, concentrandose para que, al estar en dos lugares a la vez, como ella lo denominaba, se notara que estaba ahí con él. Suspiró cuando sintió sus labios torturando la piel de su cuello y un escalofrío bastante placentero le recorrió la espalda por el tiempo suficiente como para sacarle un gemido seguido de un pequeño jadeo. -A eso venimos, Puckerman. - Sus manos se apoyaron en los brazos de él, arañando con suavidad, provocandolo de alguna forma a que continuara, sin detenerse.

Jadeó con fuerza ante los apretones y sus musculos se tensaron con ello, sus mejillas adquirieron un tono sonrosado y sus ojos se humedecieron ligeramente producto de la anticipación que le generaban las caricias de Noah que de poco en poco se iban haciendo más exigentes, mismas exigencias que estaba más que dispuesta a cumplir. Sus manos fueron hasta el borde de su playera y la subieron con suavidad, dandole un pequeño tirón para que se diera cuenta de sus intenciones y así poder facilitarle la tarea.
Mordió su labio inferior con algo de fuerza para luego darle una pequeña lamida y continuar con los besos, las suaves mordidas y los arañazos sobre su piel.